Fernando Pessoa |
En la primera entrada de mi blog
hablé un poco de lo que pienso de mi lengua materna, el castellano.
Hoy voy a hablar de un autor
portugués, Fernando António Nogueira Pessoa (Lisboa, 13 de junio de 1988 - 30
de noviembre de 1935), del que no he leído mucho pero en el que tengo un gran
interés. Creo que se puede sacar mucho jugo a sus palabras y a su pensamiento.
Copio aquí un texto suyo que me parece
brillante:
'Algunas veces, cuando pienso en las
personas célebres, siento por ellos toda la tristeza de la celebridad. La celebridad
es un término vulgar. Por eso puede herir un alma delicada. Es un término
vulgar porque quedar en evidencia siendo observado por todos produce en un alma
delicada una sensación de distanciamiento con la gente que arma barullo en las
calles, que gesticula y habla alto en las plazas. Y aún hay más: además de ser
un término vulgar, la fama es una contradicción. Aunque parezca que da valor y
fuerza a la gente, lo que ocurre realmente es que les quita valor y debilita. Un
hombre de genio desconocido puede gozar del lujo suave del contraste entre su
oscuridad y su genio; y puede, pensando que sería famoso si lo quisiese, medir
su valor con su mejor medida, que es él mismo.'
Ahora voy a comentar otra frase
que aparentemente es muy bonita, y que me parece muy interesante de analizar:
'¿Piedras en mi camino? Las
guardo todas, un día voy a construir un castillo.'
En la vida nos encontramos
piedras, es bueno prestarlas atención a todas ellas, pero hay que aprender a
diferenciar las que sirven de las que sirven un poco menos, y de las que no
sirven. Esto es la síntesis.
Un segundo ejemplo, este es más
largo pero muy descriptivo: también podemos encontrarnos piedras demasiado
pesadas para cargar con ellas, como son las piedras que utilizaron los egipcios
y otras culturas para hacer sus pirámides. Para cargar con estas piedras harían
falta varios hombres, y no lo harían por gusto, serían seguramente esclavos...
¡Que tengáis buena semana!
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