Resulta curioso, cuando menos, que en la época en la que yo me disponía a terminar mi grado en Ingeniería Informática, en torno a 2004, había verdaderos palos entre los numerosos aspirantes que competían por obtener una de las plazas que les permitiera quedarse en la Universidad Pública.
En aquel momento me dije, 'Esto no es para mí, no quiero más peleas, he tenido suficiente con terminar mi grado'. Así que, adelante, a trabajar en empresa.