sábado, 5 de junio de 2021

Acerca de "Vendiendo crack en Harlem"

Este texto presenta el trabajo de campo del autor en la comunidad puertorriqueña del barrio de East Harlem de Nueva York durante la década de 1980. El trabajo muestra los horrores a los que se ven sometidos las clases más pobres en las grandes ciudades de los Estados Unidos, concretamente en este barrio de la ciudad neoyorquina. El autor describe estas situaciones inhumanas también a través de varias conversaciones entre los miembros de la comunidad bajo estudio.

Los puertorriqueños con los que se relaciona el autor tratan de salir adelante en sus vidas, como hacemos todos. Sin embargo, hay muchos condicionantes que les ponen las cosas bien difíciles. Esta comunidad corresponde a las 2ª y 3ª generaciones de puertorriqueños emigrantes en Nueva York. Sus padres y abuelos tuvieron que afrontar la también difícil situación de abandonar sus orígenes rurales en la isla de Puerto Rico para emprender una nueva vida en la ciudad neoyorquina. Mientras sus antecesores tuvieron acceso a un entorno laboral industrial también no sin dificultades, nos encontramos que en esta época de la década de 1980 en Nueva York este tejido industrial prácticamente ha desaparecido, y los protagonistas del texto encuentran aún mayores dificultades para adaptarse al entorno laboral del sector servicios, terminando en muchos casos por abandonar toda pretensión de acceder a un empleo legal.

El texto comenta también las dificultades en las relaciones y las rivalidades existentes entre las distintas clases sociales que conforman la población de Nueva York. En muchos casos, las personas de una clase baja desprecian a los miembros de clases medias-altas, y esto dificulta aún más que los miembros de estas clases bajas puedan prosperar. El trabajo también refleja que, en muchos casos, los miembros de las clases medias-altas carecen de las habilidades necesarias para conseguir que las personas de clases más bajas dejen de verlos como una amenaza, aunque dada la aversión que los miembros de las clases bajas sienten hacia ellos esto se convierte en una tarea casi imposible.

El estudio aborda también temas como las dificultades que afrontan las unidades familiares. Así, el rol masculino está tan deteriorado que en muchos casos los varones no tienen la capacidad de mantener una relación estable, también al no conseguir estabilizarse en sus empleos. En estos casos, la función de la mujer se ve por tanto también afectada. Muchas de estas mujeres tienen que sacar a los hijos adelante por su cuenta, y también se encuentran en una búsqueda permanente de una figura masculina que les dé la estabilidad necesaria, casi siempre sin llegar a conseguirlo.

El consumo de sustancias tóxicas por parte de los protagonistas está presente en todo el escrito, y creo que es evidente que afecta a todas las decisiones que toman. Hay pasajes del libro que son tan crudos que me producían náuseas, y no los voy a mencionar aquí. En cualquier caso, el texto es riguroso y realista con todos los temas que trata, sin entrar en detalles que no son relevantes para la investigación.

Uno de los principales debates que aborda el autor es el de que muy pocos estamentos en los Estados Unidos parecen ocuparse realmente de la grave situación de estas comunidades urbanas pobres. Mientras un sector trata de resolver esta circunstancia terrible mediante la inversión económica en terapeutas, psicólogos y trabajadores sociales, y otro sector trata de resolverlo aumentando el presupuesto en cárceles y seguridad, el problema lejos de suavizarse sigue empeorando.

Trabajos de este tipo sirven además como denuncia social, y para hacernos ver que muchas veces nuestros métodos más habituales para aproximarnos a estas problemáticas no son los más adecuados. Creo que para que las personas puedan confiarnos los misterios de su existencia es necesario que nos situemos a su mismo nivel, no tratándoles desde el punto de vista propio de un nivel superior.

No hay comentarios:

Publicar un comentario