domingo, 22 de marzo de 2020

Conflicto con mis vecinos

Charles Chaplin (1889-1977)
Exterior, patio del edificio, amanecer

PEDRO, 37, tranquilo, desde la ventana
Hola, buenos días, ¿algún infectado por coronavirus?
ALICIA, 31, exaltada, desde la ventana
¡Vaya una manera de dar los buenos días!


PEDRO
Perdón, Alicia, sólo trato de mantener mi sentido del humor
(voz en off: Pedro fue veterano de los atentados del 11M)
(voz en off: Alicia acaba de venir a vivir a Madrid)
ALICIA
Por aquí todos bien, ¿y tu mujer?
PEDRO
Mi mujer está estupenda, creo que nos viene muy bien la cuarentena para poder echarnos la siesta todos los días.

ZACARÍAS, 73, sonriente, también desde la ventana
¡Buenos días, pareja! Es un poco pronto para andar discutiendo, me parece a mí. Yo que he pasado la posguerra sé bien lo que es tener que buscar la concordia...
(flashback: Se muestran imágenes de Zacarías cuando era un niño, y cómo su padre tuvo que luchar en la Guerra Civil española)
ALICIA
¡Buenos días, don Zacarías! No estamos discutiendo, sólo nos dábamos los buenos días.
PEDRO
¿Cómo que no estábamos discutiendo? Yo creo que Alicia siempre anda buscando discusión.
ZACARÍAS
¡Haya paz, compañeros! Lo que debéis hacer es centraros en tareas útiles... Ya veremos cuánto dura la cuarentena. Por mi parte, yo creo haber cumplido ya mi misión hace años, por tanto, ¡estoy preparado por si me tengo que ir al otro barrio! Voy a prepararme el desayuno.

En ese instante, al escuchar el debate, se introduce en el patio a nivel del suelo un policía.

ROBERTO, 43, nervioso
¡Qué hacéis ahí! No se permite tener estos debates en este vecindario. ¡Rápido! Cada uno que se meta en sus asuntos. ¡Estamos en estado de alarma!
PEDRO y ALICIA
¡No podemos ni hablar! ¡Esto es una dictadura!
ROBERTO
¿Ah sí? Ahora mismo llamo al cuartel y vais a ver lo que es una dictadura, ¿no sabéis lo que es el respeto a la autoridad?
PEDRO
Yo soy profesor de universidad, y sé que ese respeto del que hablas se perdió hace tiempo. Además, últimamente los profesores somos tratados casi como si fuéramos terroristas.
ALICIA
¡A mi no me hables de autoridad! He ejercido la profesión de médico durante muchos años, y tuve que dejarlo por depresión... Si éste es el trato que damos a nuestros profesores y a nuestros médicos... ¿Qué podemos esperar?
ROBERTO
¡Entendido! Ahora mismo llamo a mis compañeros y os vamos a meter al calabozo, ¡hombre! Ya está bien. La gente no escarmienta, estamos rodeados de revolucionarios y antisistema.

Hermanos Marx (1905-1949)
MÓNICA, 34, mujer de PEDRO, desde la ventana
Jajaja, ¡No cantes victoria, brazo de la ley! Justo he terminado la instalación de un artefacto explosivo introducido en los cimientos de este edificio. O te vas o se activará, y en un momentito toda la edificación se convertirá en un gran montón de escombros, y todos moriremos.
ROBERTO
¡Ahá! La esposa del maestro es una terrorista islámica, jejejejeje, muy bien, ya te tenemos fichada. Voy a llamar a mis compañeros.
MÓNICA
¡Demasiado tarde!

PEDRO, ALICIA y ZACARÍAS estallan a carcajadas mientras MÓNICA activa la detonación del edificio. Tras una gran explosión, el edificio se reduce a escombros y todos mueren, cayendo sobre la cabeza de ROBERTO un gran pedrusco.

Dedicado a todos los maestros y a todos los médicos
de la Comunidad de Madrid

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