sábado, 28 de marzo de 2015

La caca de la vaca

El otro día al ir al trabajo pisé una caca (creo que era de perro), me despisté y no miré al suelo.
Vaca frisona


Me di cuenta cuando ya estaba en el metro.

Al salir del metro me limpié el zapato.

Hacía tiempo que no pisaba una caca y me ha venido bien.

La lectura que extraigo es la siguiente:

Cuando caminamos conviene mirar al suelo, podemos tropezar y caer, o pisar una caca si no estamos atentos. Si nos caemos hay que levantarse. Si pisamos una caca hay que limpiarse. Tampoco hay que perder de vista el horizonte, lo que tenemos delante: el horizonte inmediato, podemos chocarnos contra una farola, ni el horizonte lejano, ya que nuestro camino tiene un sentido, una meta, un objetivo. No hay que perder de vista tampoco la retaguardia, lo que vamos dejando atrás, forma parte de nosotros, y es nuestra experiencia.

4 comentarios:

  1. Pisar una caca de vaca enseña mucho; no a volver a no pisar una,sino a APRENDER A LIMPIARSE cada vez que nos pase, que nos pasará muchas veces. Y,como dices, aceptar que forma parte de nuestra vida pisar cacas....

    ResponderEliminar
  2. Efectivamente, creo que lo importante es ir aprendiendo de nuestras equivocaciones.

    ResponderEliminar
  3. ¿Por qué ese título, si la caca era de perro?

    ResponderEliminar
  4. Pues no lo sé muy bien Manuel, me imagino que porque rima :-) Un abrazo!

    ResponderEliminar